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El método de los dos dedos es el proceso mediante el cual una persona puede transformar la materia prima procedente de sus alimento. Aún no se sabe por qué es llamado así, pero algunos expertos opinan que quizá sea por el método en sí, consistente en coger la materia prima con dos dedos y amoldarla formando una bola.
Se ha de buscar un lugar en el que no se haga el ridículo, usar primero el dedo fino o meñique, introducirlo con cuidado en las fosas nasales, con cuidado de no pasarse y llegar a la pituitaria, más que nada porque es desagradable. Una vez encontrado el rico producto, usar el dedo de señalar o índice para extraerla. En caso de salir medio seca, se descascarillará nada más sacarla, si está húmeda, se puede moldear. Una vez moldeada, se le puede dar forma redonda. con el producto bien podría ingerirse, o pegarse/incrustarse en uno de los muros de la escalera de casa, y disfrutar de la forma perfecta de su conjunto todos los días.
Los orígenes de este método se remontan a los Etruscos, que ya practicaban esto. Ya en tiempos del Imperio Romano, se cree que la profesión de "hurgatori" (con un rango de entre el tribuno y el magistrado), dedicado a la enseñanza y práctica de este noble arte, fue el principio de la decadencia del Imperio. Se dice que Rómulo Augusto, último emperador del Imperio de Occidente, fue pillado cuando se hurgaba la nariz.
En la época de la Inquisición, era pecado castigado con la hoguera, hasta que a Torquemada se le pilló haciendo este acto. Posteriormente, se cuenta que Velázquez y Goya, se hicieron sendos autorretratos, practicando dicho método. Estos cuadros están en paradero desconocido, creyéndose que pudieran andar en alguna cueva de los Alpes, con otros tesoros expoliados por los nazis.
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